Qué sabio era Helenio Herrera

Decía Helenio Herrera que con diez futbolistas sobre el terreno de juego se juega mejor. No siempre se cumple esta sabia frase del célebre entrenador argentino, pero ayer en Riazor se dio a la perfección.
El Sevilla FC deambulaba ayer por las catacumbas de la mediocridad frente a un Deportivo de la Coruña que no se atrevía a irse al ataque por excesivo respeto al conjunto sevillista. Por este motivo, los primeros 25 minutos del encuentro no pasaron de un mero juego de centro del campo en el que ambos conjuntos se repartían la posesión del balón sin apenas crear ocasiones de peligro. Pero el añorado «super Dépor» se dio cuenta de que jugaba como local y que si no cambiaba la tónica del juego, el partido transcurriría por la senda que el entrenador sevillista, Monolo Jiménez, había planteado en el vestuario. Contención del balón, defensa seria y si el equipo puede aprovechar alguna de las escasas ocasiones con las que va a contar, mejor que mejor.
Así que los hombre de Lotina se envalentonaron y comenzaron a rondar el área defendida por el eficiente meta levantino Andrés Palop, hasta que en una acción desafortunada (tal vez Bodipo quiso tirar ahí) el delantero sevillano del Dépor cogió a contrapié en un tiro cruzado al meta sevillista poniendo, de esta forma, el uno a cero en el marcador favorable a los locales. Pero como las desgracias nunca vienen solas, Maresca (jugador de sangre caliente) cayó en la provcación del mejor jugador de la primera parte, Bodipo, y le soltó un codazo sin balón a pocos metros de la mirada del colegiado que fue sancionado con roja directa.
Las cosas pintaban muy mal, pero todavía quedaba la baza de un renquante Kanouté en el banquillo para intentar cambiar el rumbo de los acontecimientos. De esta forma, el entrenador sevillista sacrificó un defensa, colocó como carrileros a Navas y Adriano e introdujo en la media punta, como enlace con la delantera, al atacante de Mali. El discurrir del ecuentro no tardó en variar. Una meritoria acción de Kanouté permitió dejar a Luis Fabiano en posición preferente para fusilar sin contemplaciones, con un sutil toque, al cancerbero Aranzubia.
A partir de este instante el encuentro tomó otro rumbo. El Deportivo no varió su táctica de ir a por el partido, pero sin la claridad de ideas que lo hacía el conjunto andaluz debido a la buena disposición táctica de Kanouté sobre el campo. Cuando apenas quedaban 20 minutos para la finalización, Jiménez prefirió asegurar el encuentro dando entrada al canterano Capel en el lugar del goleador Luis Fabiano, volviendo de esta forma a la defensa de cuatro (Adriano retrasó su posición al costado derecho por detrás de Jesús Navas).
Pero la plantilla del Sevilla FC sigue manteniendo la ambición que en ocasiones no existe en otros estamentos del club y prosiguió con la búsqueda del segundo tanto. Éste no tardo en llegar gracias a una nueva asistencia de Kanouté que fue culminada de cabeza por el brasileño Renato. El marcador final fue redondeado por Capel tras una meritoria incursión de Jesús Navas cuando el partido tocaba a su fin.
Tras el pitido del colegiado, el marcador de Riazor marcaba un resultado favorable al conjunto visitante por uno a tres. Una nueva victoria del equipo sevillista que debe refrendar el próximo miércoles, en este mismo escenario, su pase a los cuartos de final del torneo del KO ante un conjunto deportivista que está tocado, pero que dará mucha guerra.
Fuente: Wikipedia, Marca.